20 junio 2010

La paciencia de Madrid

No suelo entrar en polémicas y más cuando quien las genera sabes que tiene como objetivo provocar. Pero bueno, intentando no entrar en provocación voy, al menos, a decir lo que pienso y lo que siento.

Soy madrileña. Nací y vivo en Madrid, todos mis abuelos son de Madrid (a excepción de una abuela, pero que vino a Madrid muy joven), de hecho no tengo pueblo. Me siento madrileña, me gusta Madrid. A pesar de las obras, el ruido, los precios, el estrés... me gusta. Es un vicio que tengo. Me gusta salir y ver que vayas donde vayas y sea la hora que sea encuentras gente. Me gusta el lado cosmopolita que tiene, me gusta eso que vendemos de que "aquí todo el mundo es bienvenido" y no sólo porque lo vendemos si no porque lo considero una realidad. Me gusta que, los que formamos Madrid, seamos de todas partes.

Quiero dejar claro que el hecho de que adore Madrid, no quita para que adore también el resto de sitios que visito y para que sueñe que me mudo a sitios donde el reloj va más lento, donde se pueda correr por las calles y donde se pueda vivir mejor.

Hoy quiero hablar de la paciencia de Madrid porque constantemente recibe ataques por toooodas partes y no termino de entender el por qué. Nos llaman capitalinos y prepotentes. Nos dicen que no somos neutrales. Sin embargo yo digo que no ponemos puertas a Madrid, no hablamos nunca de partir de menos puntos en las oposiciones si no eres de aquí, no hablamos de cupos absurdos para "protegernos" de los de "fuera", no hablamos de limitaciones por estar recién empadronado aquí.

Sí, somos la capital, ¿y qué más da?, lo importante es que somos una ciudad amistosa que abre las puertas a la diferencia, que no va a imponerte el chotis y el cocido madrileño, que te da la bienvenida. 

Así que basta ya de insultar y sobre todo de quejarse si estás aquí por elección. Igual que a nadie se le obliga a venir, a nadie se le obliga a quedarse. Esto es como aquel eslogan "si encuentra algo mejor, cómpralo". Si no te gusta, eres libre para decirlo, estás en tu derecho de aborrecer Madrid, y hasta ahí estamos de acuerdo. Lo que parece incoherente es que la queja no vaya acompañada de un plan de acción y sin embargo, los que estamos encantados de estar aquí, tengamos que aguantar en silencio. Con un poco de empatía se vería claro que eso a la inversa sería una grosería intolerable. 

Sin embargo en Madrid no sólo tenemos que tolerarlo, si no que lo toleramos... ¡Santa paciencia la de Madrid!


4 comentarios:

Carlos Ortega dijo...

Me gusta vivir en Madrid. Me da igual ser madrileño.
Por cierto, has elegido una muy buena foto.
Un beso.

LA ESTRATEGIA DEL CAMALEÓN dijo...

"eso a la inversa sería una grosería intolerable..."

LA ESTRATEGIA DEL CAMALEÓN dijo...

... y tanto. Pero no es nuestro estilo.

Elena dijo...

De donde eres es lo de menos, incluso si eres madrileño tampoco es importante. Mi blog habla de respeto y si no hay respeto al menos, explicación para el debate. Aún te espero, dime que es lo que no te gusta, de verdad que siento curiosidad.