20 marzo 2011

Oídos conectados

Y no precisamente para escuchar, si no para todo lo contrario, para dejar pasar el sonido de un lado al otro sin que haga mella en la cabeza. Para que simplemente pase el aire y el de enfrente sienta que no es en absoluto escuchado.

Oídos conectados que transforman mis temas rápidamente en pie de anécdotas repetidas y que transforman un gran esfuerzo por encontrar un regalo en polvo y cenizas, porque cuando yo voy, ellos ya han vuelto de allí.

Pero yo no me levanto. Parece que yo no tengo excusa. Y sigo escuchando. Yo es que por lo visto nunca he sido de mucho contar, ¿no será que ellos nunca han sido de mucho preguntar?

06 marzo 2011

Ahora

Ahora, que vivo sumida en el minuto ocho de Up, y puedo estar acercándome peligrosamente al minuto ocho y medio, mi positividad y mis emociones viajan semanalmente en montaña rusa. 

Ahora, que me doy cuenta de que no existe un manual para la vida, descubro que la tranquilidad es la virtud que me falta y la paciencia mi meta.

Paciencia Elena, paciencia.